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Sobre nuestra gnoseología

Haciendo uso de nuestra facultad de reflexión, trataremos de entender porqué algunas cuestiones no las podemos razonar. Es decir, si habiendo algo irracional podemos o no racionalizarlo.


Todas las personas que conozco suelen afirmar: "La Naturaleza es una sola". Esto es tan común al igual que el apetecer que de debe haber por ello una Teoría Unificadora de sus leyes físicas. Pocas cuestiones son tan equivocadas como esto...


Si bien el vocablo "equivocación" implica multitud de lenguas y no necesariamente un error, tampoco deja de estar exento del efecto.


Sabemos que las leyes físicas son diferentes en sus tres estadíos: en lo microscópico cuántico de lo atómico, en lo medio y clásico de la vida ordinaria, y en lo macroscópico del cosmos. Pero esto no implica necesariamente que debe unificarse; que debe existir una ley universal para estos tres mundos.


A mi entender, querer reunir todo en una Teoría Unificadora es un error epistemológico y gnoseológico. Es epistemológico porque no tenemos para nada la seguridad de que así lo sea, excepto nuestros caprichos y prejuicios; y es gnoseológico porque se ve que se escapa de las potencialidades que tenemos para entenderlo3. Nada hay en nuestras apodícticas certezas que nos confirme que debe de existir necesariamente una necesaria Unificación.


En la Naturaleza existe el caos, la entropía digamos. Solamente un ser vivo puede ordenarla (negentropía) e interpretar en ella una estética, una ética, etc. Querer hallar en ella lo bello, lo feo, lo bueno o malo, la justicia, son errores. No existe nada de ello en ella porque no tienen razón de ser.


Tampoco se la ve muy apegada a las cuestiones formales abstractas; esto es a la lógica, a la matemática y a la racionalidad en general. Más bien sigue la Naturaleza lineamientos irracionales y nosotros los ajustamos a nuestras potencialidades formales abstractas para interpretarla.


Lo racional, mi querido lector, no es más que un muy pequeño "desliz" de lo natural. No existe eso en la Naturaleza como fundamento estructural. Solamente aquellos seres vivos que poseen un sistema nervioso están dotados de la posibilidad de obtener esta capacidad; y ha llegado entre tantas especies de animales a su cumbre con nosotros, los humanos. Pero de esta facultad no se enriquece la Naturaleza ni es galardonada por ello.


Ella, la racionalidad, sabe oponerse a la misma Naturaleza que lo engendró y por eso en esto entiendo habría una antítesis contradictoria. Dicha cuestión no fue desapercibida por Schopenhauer1.


Es ejemplo de esto el empeño que tienen muchos ingenios en destruir un ecosistema con tal de obtener beneficios personales; en este caso la Naturaleza se autodestruye a sí misma como en todo proceso de síntesis dialéctica.


Así las cosas, y como se ha visto que gracias a la formalidad abstracta de lo racional hemos conseguido grandes logros, ya sea tecnológicos o de otra índole, creemos por ello que estamos en el pedestal del conocimiento... grave error.


Cuestiones como querer entender la convolución matemática, el clínamen epicúreo, la dualidad onda-partícula de la mecánica cuántica, etc., como asimismo la metafísica, ponen de manifiesto nuestra incapacidad. Hasta cuestiones que no serían trascendentes a veces nos son difíciles de entender, como el ejemplo que expongo. Así, finalmente, se da una limitación manifiesta que, por lo visto, se produce ante los lineamientos de lo que estamos hablando: aquello racional.


En contraposición, cuestiones semejantes pero resueltas se dan en especies de animales muy diferentes a nosotros. Tomo como ejemplo las orientaciones de las migraciones, las conductas de galanteo y crianza de muchos, habilidades innatas, etc.


Creo, en suma y a mi humilde entender, que la respuesta a estos misterios es una cuestión de "órgano". Sí, en efecto, es como que nos faltara a los humanos un organismo, algo no necesariamente neurológico y capaz de permitirnos obtener las categorías del entendimiento que nos hacen falta para poder interactuar comprensiblemente con este "patio de objetos" que nos explicara Nicolai Hartmann2.


Muchos han pensado que será necesario aumentar y especificar la actividad neurológica (digamos, ser más inteligentes) para poder comprender algunas cuestiones que vemos incognoscibles; pero, lo que yo digo, es que por más que nos afanemos en esta línea no tendremos logros porque el entendimiento no pasa en su totalidad por allí, por lo racional y neurológico. Sino que debe haber alguna otra potencialidad, seguramente orgánica, y que nos falta o no la hemos desarrollado evolutivamente todavía.


Les sugiero ver, como complemento y agregado al tema que se ha desarrollado, este otro que he planteado en el siguiente link.
   

No hay Lógica en Dios ni en la Naturaleza

En el debate sobre Dios, se plantea que no hay Lógica en su naturaleza divina, como por tanto tampoco en su Naturaleza creada. La Lógica es un atributo que se encuentra únicamente en los sistemas neurológicos, especialmente en aquellos que son avanzados por evolución darwiniana y tienen capacidad para razonar. El Hombre sería quizá su cúspide.

Es importante destacar que este atributo de la Lógica no se encuentra en la Naturaleza misma. Es una abstracción formal, fruto de la actividad neurológica y del pensamiento humano. No podemos observar la Lógica en el mundo Natural, sino que la utilizamos como herramienta para comprender y analizar los fenómenos que nos rodean. Y en esto muchas veces por tanto equivocamos.

Sin embargo, es interesante reflexionar sobre el papel de la Lógica en nuestra búsqueda de la felicidad. A diferencia de los animales, que no la utilizan en su comportamiento, nosotros tendemos a aplicarla en nuestras decisiones y acciones. Pero, ¿es realmente necesario recurrir a ella para alcanzar la felicidad? Seguramente que no.

Hasta en la misma Biblia figura este contenido: "Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi sabiduría;" (Proverbios 22:17); o bien "Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros." (2 Corintios 5:13). Estos versículos nos invitan a cuestionar si la Lógica es el único camino válido en la vida. Quizás la locura, entendida como la liberación de las ataduras Lógicas, nos conduzca a una experiencia más auténtica y espiritual.

La física cuántica, por otro lado, nos muestra que el mundo subatómico es Probabilístico, no regido por una Lógica estricta. Esto nos hace replantear la idea de que la Lógica no es la única forma de comprensión y nos abre a la posibilidad de explorar diferentes enfoques en el entendimiento del universo.

También la moderna inteligencia artificial (IA), basada en la Lógica, plantea un desafío en nuestra relación con la Naturaleza y entre nosotros mismos. A medida que avanzamos en la creación de IA más sofisticada, corremos el riesgo de alejarnos de nuestra esencia Natural y de perder inclusive la conexión con el mundo que nos rodea, alejándonos entre nosotros mismos.

Es interesante notar, segun tengo entendido y no estoy en un error, que algunos estudios han revelado que, en ocasiones, los niños de escasos recursos valoran más las monedas de mayor denominación. Esta aparente contradicción nos mostraría también que la Lógica no siempre es el único factor que influye en nuestras decisiones y percepciones de valor.

Es importante distinguir que la Lógica no es equivalente a la Matemática, donde sí se aplica el telos (fin terminado o fin-final) Natural. Mientras que la segunda sigue un razonamiento Lógico, esta primera en sí misma no necesariamente se alinea con la Naturaleza y puede chocar con nuestras inclinaciones éticas y estéticas.

Tampoco estoy diciendo que la Lógica sea mala en sí misma, sino que para tener éxito debe ser dosificada sabiamente según nuestras inclinaciones Naturales.

¿Sabía uested que algunas personas han logrado resolver problemas lógicos incluso en estados oníricos hipnagógicos? Ejemplos notables de esto incluyen a grandes pensadores como el matemático francés Henri Poincaré (1854-1912), el químico alemán Friedrich August Kekulé (1829-1896) en 1865, el matemático hindú Srinivasa Ramanujan (1887-1920) y el físico danés Niels Bohr (1885-1962) en 1913. Estos individuos experimentaron momentos de lucidez y claridad mental mientras se encontraban en un estado de transición entre la vigilia y el sueño, lo que les permitió llegar a soluciones lógicas a problemas complejos.

Es importante aquí tener en cuenta que estos relatos anecdóticos no proporcionan pruebas concluyentes sobre la eficacia de resolver problemas matemáticos o científicos en estados oníricos. Estos casos son excepcionales y no representan el enfoque típico de resolución de problemas en estas disciplinas. La mayoría de los avances matemáticos y científicos se logran a través de métodos rigurosos, investigación activa y colaboración entre expertos en el campo.

Por su parte Jesús también, en su enseñanza y ejemplo, desafió frecuentemente las normas lógicas establecidas. Mostró conductas aparentemente irracionales, pero cargadas de profundo significado. Su enfoque estaba más orientado hacia lo sentimental y lo espiritual, y no necesariamente seguía las reglas de la lógica humana convencional. En lugar de ello, buscaba tocar los corazones de las personas y transmitir mensajes de amor y compasión.

Es importante destacar que lo irracional no debe interpretarse necesariamente como algo ilógico o carente de sentido. Más bien, simplemente significa que no ha sido procesado racionalmente desde una perspectiva humana. Sin embargo, incluso lo irracional puede tener una Lógica intrínseca y profunda, que escapa a nuestras limitaciones mentales y racionales. A veces, lo que parece irracional a primera vista puede revelar una sabiduría más elevada y una comprensión holística de la existencia.

Eugenio
25/11/14 al 26/11/14
Actualizaciones: 07/09/15, 30/05/23
Mar del Plata, Argentina


Bibliografía y Referencias (año 2014)
  
1 - SCHOPENHAUER, Arthur: El Mundo como Voluntad y Representación (1819), Madrid, Orbis Hyspamérica, 1985
2 - HARTMANN, Nicolai: Metafísica del conocimiento (1921), trad. por J. Rovira Armengol, Bs. As., Losada, 1957

3 - TAIT, Eugenio M.: Filosofía Cróítica Trascendental (2000), Cap. 3 Gnoseología, § El conocimiento
   
   
Apéndice

Hallaremos la longitud total media cromosómica (Ltotal) que posee nuestro cuerpo:

Longitud de cada nucleótido: Ln = 0,34 nm = 34 . 10-11 m
Cantidad de nuclétidos en cada una de las dos cadenas del ADN: Cn = 15.107
Cantidad (media) de pares de bases: Cpb = 15.107
Longitud del cromosoma: Lcro = Ln . Cn = 0, 051 m
Cantidad (mínima) de células en el cuerpo: Cce = 5 . 1013
Cantidad (mínima) de cromosomas por célula: Ccr = 46
Longitud de los cromosomas por célula: Lcr = Ccr . Lcro = 2,346 m
1 Año Luz = 9.460.730.472.580.800 m = 9,46 . 1015 m
Longitud de los cromosomas en el cuerpo: Ltotal = Lcr . Cce = 11,73 . 1013 m = 0,0124 Año Luz = 1,24 % Año Luz = 4,52 días a la velocidad de la Luz


Verificación:


Diámetro (medio) de la molécula de ADN: Dm = 2 . 10-9 m
Superficie (media) de la molécula de ADN: Sm = pi . Dm2 / 2 = 6,28 . 10-18 m2
Volúmen (medio) de los cromosomas (2 cadenas de ADN) en el cuerpo: Vcro = 2 . Sm . Ltotal = 0,0014733 m3 = 1,47 dm3 = 1,47 litros


O sea que, dando un número dentro de todo aceptable (1,47 dm3), podemos deducir que habría una "correspondencia lineal" entre el espacio de la física que observamos y el de la física cuántica (atómica).
  
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