Habiendo tantas personas ilustres, rectas, bondadosas, etc. en la Historia Humana, la
verdad, si
nos basamos en la historia oficial, no sé porqué se ha elegido a José de San
Martín... Lo único que ha tenido a mi criterio, y que no es poco, fue valentía y
"código"; y encima un código sentado sobre axiomas totalmente equivocados y
deficientes, excusado de sus relaciones de infidelidad. Quiero pensar que esta magra
elección a sido posible por la falta de información de nuestros padres cosa que, ahora,
con el correr de las tecnologías, nos enteramos porque estamos posibilitados de saber y
comprender muchas cosas más. Empero no pienso tan así si tenemos encuenta una segunda versión histórica de su persona que nos han
ocultado.
Resulta que todo está ya muy bien armado alrededor de este señor. Costaría reemplazar
canciones, carteles, avenidas y calles, imágenes de libros y revistas, etc. Pero habrá
que reconocerlo, tarde o temprano. No veo que sus virtudes estén a tino con semejante
titulación "Padre de la Patria". No dejo tampoco de pensar que el inconsciente
adulto de los hombres no ha dejado de relacionarlo con los personajes de fantasía, con
aquellos superhéroes de las revistas comics; y se comprenderá que esta apología no
sólo se ha hecho con San Martín, sino también con otros personajes de la historia,
sobre todo en la rama bélica, donde ese falso machismo que uno tiene ve reflejado en
ellos la satisfacción de un narcisismo vano tal cual somos sino héroes de pacotilla.
La verdad, amigos, en todas las cosas, rara vez es lo que a simple mirada se nos aparece,
sino que será aquella que como paradigma
kuhneano tal cual piezas de un rompecabezas, logre llenar mejor los espacios vacíos
de las dudas otorgándonos las mejores explicaciones y más acabadas.
José de San Martín habría sido un simple militar español. No era argentino; como no lo
podía ser nadie que hubiera nacido en estas tierras 32 años antes de la Revolución de
Mayo, punto de partida de la nacionalidad. Estudió en España desde los 14 años y
durante 22 años estuvo luchando por su patria, España, en distintos escenarios europeos.
Vio su carrera truncada por no poder ascender a cargos importantes ya que no pertenecía a
la aristocracia que era una condición necesaria y quizo, a toda costa, lograr su sueño y
empeño. Así fue como dejó a su propio bando español y familia para sumergirse en otros
mundos. Se asoció a la camaradería inglesa y respetó su voluntad. Sepamos que en esos
momentos los británicos estaban aliados con España en contra de Napoleón.
Reservado entonces, siguió el plan del general escocés Thomas Maitland que éste
diseñó en el año 1800 (capturar Buenos Aires y Chile y luego emancipar Perú y Quito)
hasta su terminación impecablemente. José de San Martín pudo haber conocido los
pormenores de este plan, durante su estadía en Londres, en 1811. Esta teoría es avalada
por Rodolfo Terragno en su libro "Maitland & San Martín" editado por la
Universidad Nacional de Quilmes. Junto con esta afirmación, Terragno aclara que el gran
mérito de San Martín fue y será el haber ejecutado dicho plan.
En síntesis los puntos principales de este plan consistían en:
- Ganar el control de Buenos Aires (consiguió que el gobierno le donara una casa frente a
la actual Plaza de Mayo)
- Tomar posiciones en Mendoza (consiguió que su compadre y gobernador de Cuyo le
adjudicara una estancia)
- Coordinar las acciones con un ejército libertador en Chile
- Cruzar los Andes
- Derrotar a los españoles y controlar Chile (en Chile también le donaron una chacra)
- Continuar por mar hacia Perú y liberarlo (tuvo una casa en Lima)
Habría, poéticamente hablando, sido más un político que un militar, empero
anteponiendo el resultado de su lucha a su propia conveniencia personal igual logró hacer
su propia fortuna. Nunca fue pobre ni murió siéndolo. Como toda persona normal, buscó
un destino de status y económico en sus proyectos. Nada raro ni exagerado en esto.
¿Muchos de sus camaradas desconfiaban San Martín?... ¿Sería solamente por su acento
español? Sepamos que peleó en la Batalla de La Albuera el 16 de mayo de 1811 bajo las
órdenes de William Carr Beresford, el inglés que había invadido Buenos Aires en 1806.
Vino al Río de la Plata en la fragata inglesa George Canning con otros diecisiete
oficiales. Vistió a los granaderos con una estética francesa y no platense tal cual
había combatido al estar en España. Ecléctico entonces, vemos sus apegos pasionales en
España (crianza y familia), Francia (estética de los uniformes y admiración por
Napoleón), Inglaterra (asume sus ideales emancipadores) y Argentina. O fue de un corazón
híbrido o, confuso, no fue sino nada.
Comentemos la obra del abogado santiagueño Antonio Calabrese. Su título es: "José
de San Martín... ¿Un agente inglés?". La tesis de Calabrese es,
fundamentalmente, la siguiente: José de San Martín vino al Río de la Plata para cumplir
una misión que le había confiado Gran Bretaña, de la que era agente. ¿Un agente
rentado?
Tengamos presente que, sgún se defiende en nuestros cometidos, Carlos María de
Alvear tenía a su padre casado con una inglesa, era medio hermano de José de San Martín
y vino con él a Buenos Aires en 1812 y tras sublevarse contra el mismo Triunvirato que
habia aceptado sus servicios, formaron la logia Lautaro. Y, lo más llamativo y ligado
nuestras conjeturas, es que muchos historiadores han documentado, con innumerables pruebas
historiográficas, que Carlos María de Alvear era promotor de los intereses de Inglaterra
en Sudamérica durante las primeras tres décadas del siglo XIX.
Según las investigaciones de Rodolfo Terragno don José de San Martín siguió en todo
momento las indicaciones inglesas, fue financiado por Inglaterra, vigilado, controlado y
aleccionado por funcionarios británicos. John Parish Robertson es protagonista de un
hecho insólito, ya que se encuentra "por casualidad" con San Martín en el
convento de San Lorenzo, cuando faltan horas para el bautismo de fuego de las armas
argentinas. Invitado por el Libertador, contempla el combate de San Lorenzo desde el
campanario de la iglesia. Al día siguiente, compartiría un desayuno con el jefe vencedor
y el vencido en el comedor del convento. Según el historiador inglés H.S. Ferns, tanto
John como su hermano William Parish reportaban a su abuelo Bath, de Londres, quien era
informante de las autoridades británicas. Por otra parte y asentuando la hipótesis,
debemos saber que los comandantes de la escuadra que llevó al Perú fueran todos
británicos
En el libro "San Martin y la tercera invacion Inglesa" de Juan Bautista Sejean
se habla sobre el papel que tenia San Martin después de la Revolución de Mayo. Lo que se
trata de mostrar es que los Ingleses después de las fallidas invasiones de 1806 y 1807,
trataron de buscar una nueva forma de ingresar a américa latina, y uno de los encargados
era San Martín; también se sospecha que Simon Bolivar estaba involucrado.
Conoció a Lord Macduff, un noble escocés que lo introdujo a las logias secretas que
conspiraban para conseguir la independencia de América del Sur. Fue allí que hizo
contacto por primera vez con círculos de liberales y revolucionarios, que simpatizaban
con la lucha por la independencia americana.
Conforme al video "El complot de los Masones" de History Channel San Martín fue
un endófilo (tal vez un "agente") inglés y masónico, influenciado por
Fernando de Miranda. Miranda formó en su logia a San Martín, Bolívar, O´Higgins,
Carlos María de Alvear, José Matías Zapiola, Andrés Bello, Tomás Guido, etc. Por eso
San Martín y Bolívar en Guayaquil pactaron secretamente. El resultado de la
independencia de las 3 Américas es el resultado de un plan masónico universal.
Será necesario analizar su origen para comprender muchas cuestiones.
Lo que expresaremos se conocería, aparentemente, de la fuente manuscrita de
Joaquina de Alvear, hija de Carlos
María de Alvear y estudios posteriores de investigadores e historiadores como Hugo
Chumbita en su obra El secreto de Yapeyú, genealogista Diego Herrera
Vegas, José Ignacio García Hamilton en su obra "Don José, la vida de San
Martín", memorias del testigo presencial don Manuel de Olazábal, etc.
Todo comienza con la formación de dos familias:
1º) Una primera con Diego de Alvear y Ponce de León (o abreviado Diego de Alvear)
(1749-1830) que nació en Montilla (Córdoba, España) el 13 de noviembre de 1749, fue un
importante militar y político español perteneciente a la saga hispano-argentina de los
Alvear. Toma como esposa a la porteña María Balbastro y tiene por hijos a Carlos María
de Alvear (puede notar el parecido con
José de San Martín) y otros; posterioremente ella y estos hijos, excepto Carlos, mueren
en un atentado. Luego se casa con la británica Luisa Rebeca Ward y tiene otros hijos.
2º) Una segunda con Juan de San Martín, hijo de Andrés de San Martín e Isidora Gómez,
que había nacido en la villa de Cervatos de la Cueza, en la Provincia de Palencia
(antiguo Reino de León, España), y era Teniente gobernador del departamento. Sirvió
como militar a la Corona española y en 1774 fue nombrado gobernador del Departamento
Yapeyú, parte de la Gobernación de las Misiones Guaraníes, creada para administrar las
treinta misiones jesuíticas guaraníes, luego de que la orden fuera expulsada de América
por el rey Carlos III en 1767, con sede en la reducción de Yapeyú. Toma por esposa a
Gregoria Matorras del Ser, hija de Domingo Matorras y María del Ser, también había
nacido en la Provincia de Palencia, el 12 de marzo de 1738, concretamente en Paredes de
Nava. Era prima hermana de Jerónimo Matorras, Gobernador y Capitán General del Tucumán.
Tuvieron cuatro hijos: María Elena (18 de agosto de 1771), Manuel Tadeo (28 de octubre de
1772) y Juan Fermín (5 de febrero de 1774), nacidos en la Real Calera de las Vacas,
jurisdicción de la parroquia de Las Víboras, y Justo Rufìno (1776), nacido ya en
Yapeyú.
Diego de Alvear en su itinerario llega a América en 1774 y en su viaje a las ex-misiones
jesuitas y sus territorios como integrante de comitivita luso española encargada de
demarcar los límites americanos de ambos imperios, habría sido alojado en la casa de
Juan de San Martín donde conoció a Rosa Guarú, una joven guaraní correntina indígena
empleada de los mismos. En una efímera relación sentimental concibieron un hijo,
mestizo, el cual fue adoptado por la familia San Martin a quienes lo mantuvieron en su
casa bajo el cuidado de su madre Rosa Guarú hasta la edad de tres años en que viajan a
Buenos Aires. De esta manera, así como muchas de las referencias posteriores a la edad
del Libertador no coinciden en absoluto, existen muchas otras dudas con respecto a su
verdadera fecha de nacimiento (ref), cosa que no habría ocurrido si hubiera sido un verdadero hijo
biológico de Juan quien correpondiera en esto como verdadero padre a los cuatro primeros.
Así naciera José Francisco de San Martín (Reducción de Yapeyú, Virreinato del Río de
la Plata, 25 de febrero de 1778, actual Provincia de Corrientes, Yapeyú, Argentina -
Boulogne-sur-Mer, Francia, 17 de agosto de 1850) como quinto hijo (político) de Juan de
San Martín.
Rosa Guarú, posteriormente bautizada como Rosa Guarú Cristaldo entonces siguió en la
casa cuidándolo, criándolo, hasta que la familia se fue a Buenos Aires. El niño tenía
entonces unos tres años y le prometieron que iban a venir a llevarla a ella, pero no
aparecieron más. Rosa Guarú los espero toda la vida. Cuando atacaron y quemaron Yapeyú,
ella se fue a la isla brasilera, estuvo mucho tiempo allá y volvió. Levantó un ranchito
por Aguapé, y mantenía la esperanza de que volvieran. Le tenía un gran apego a su hijo
José Francisco. Nunca se casó, aunque tuvo otros hijos. Siempre preguntaba por él.
Este, cuando era jefe de los granaderos, le regaló un retrato o medalla que ella
conservó siempre, y al morir, ya muy viejita, la enterraron con ese recuerdo del que era
inseparable. Para aquellos que buscan la descendencia Cristaldo, por motivos filiales o
genéticos, habría existido la biznieta de Rosa Guarú Cristaldo llamada Rosa Cristaldo
(1871-1936) que nació, vivió y murió en las chacras de Guaviraví, y lo mismo su hijo
Pedro Telmo Cristaldo (1888-1972).
En la tesis del origen mestizo (españolguaraní) del libertador General San Martín
se piensa que un hijo natural y mestizo en esa época no podía progresar ni educarse por
más que fuera hijo de Alvear, porque era mestizo. Lo iban a discriminar seguro, en cambio
si era reconocido como hijo de los San Martín, era descendiente de españoles directo y
podía hacer carrera y ser tenido en cuenta para cargos importantes; además al ser criado
en la casa de los San Martín en Yapeyú sería criado por su madre Rosa Guarú, como
ocurrió. De modo que afectos y cuidados no le faltarían.
Dicen que el Libertador don José de San Martín no era blanco, sino que tenía la piel y
el cabello muy morenos, la nariz con rasgos aguileños, con aspecto físico de rasgos
indígenas, ni que tampoco desperdició ocasión para hacer profesión de su origen indio,
como lo asevera el testigo presencial don Manuel de Olazábal en sus Memorias al referirse
a la convocación de los caciques y tribus en el campamento de Plumerillo (Mendoza), antes
de la batalla de Chacabuco, cuando valiéndose del lenguaraz Guajardo, San Martín les
dijo: "Les he convocado para hacerles saber que los españoles van a pasar con su
ejército, para matar a todos los indios y robarles sus mujeres e hijos. En vista de ello
y como yo también soy indio, voy a acabar con los godos que les han robado a ustedes la
tierra de sus antepasados, y para ello pasaré los Andes con mi ejército y mis cañones."
Más tarde, en el manifiesto que dirigió en lengua indígena a los indios del
Tawantinsuyo, a raíz de su expedición al Perú, les confiesa que también es indio por
su color moreno y por haber nacido entre los indios del Yapeyú, una de las treinta
reducciones de la Misión Jesuítica. Se sobreentiende que San Martín tenía que ser lo
que realmente afirmaba, de lo contrario no hubiera convencido a los indios.
El mismo Alberdi cuando lo visita observa: "(...) Yo le creía un indio,
como tantas veces me lo habían pintado, y no es más que un hombre de color moreno,
(...)." Juan Bautista Alberdi, París, 14 de Septiembre de 1843
Todo esto explica perfectamente porqué dejó su familia (política) en España sabiendo
que crearía odios y diferencias con su gente. Habría regresado a Buenos Aires junto a su
medio hermano (biológico) Carlos de Alvear en 1812 y con quien fundara a mediados de 1812
una filial de la Logia de los Caballeros Racionales que rebautizó con el nombre de Logia
Lautaro. No tenía parientes ni amigos en el Río de la Plata y ante la soledad se casó
con una niña de familia rica y prestigiosa. Siendo sus hermanos (políticos) oficiales
españoles aún estaba dispuesto a enfrentarse a ellos (como asimismo a amistades) si
tuvieran destino en el Río de la Plata. Aún permitió que su madre Gregoria Matorras del
Ser falleciera sin verlo. Finalmente, eligió Francia para pasar sus últimos días.
Por tanto, ahora sí puedo yo aceptar el "cuento" de que regresara a la
Argentina por la nostalgia patriótica y filial. Esta historia encaja con toda su
conducta. Él era mestizo y su madre biológica estaba subyugada por el imperio europeo.
Cuando volvió por segunda vez a Bs. As., ya mayor, luego del viaje de un mes, no bajó ni
siquiera para nada. Además de la afrenta política que encontró, creo que no bajó del
barco porque sus raíces y recuerdos le carcomían de tristeza.
Algunos comentarios de su moralidad
En verdad, no podría criticar negativamente la moralidad de una persona que fuera avesada
a los actos de barbarie y masacre de personas en los más cruentos enfrentamientos al filo
de la espada (muchos veteranos de guerra quedan trastornados, otros se suicidan, etc.). Es
imposible ponerse dentro de la cabeza de semejante individuo. Creo que ésta pensaría de
modo totalmente diferente al nuestro. Tampoco por ello quiero justificar sus
comportamientos, sino que solamente digo que tal, no es una persona normal, con
los apeteceres ordinarios que puede tener la suya o la mía; sino sólo, que es diferente.
Ni mejor, ni pero, sólo muy diferente.
En cuanto a su relación con el sexo opuesto, caben destacar algunas cosas. Primero, que
teniendo 34 años y a pesar que se estilaría en la época, yo no veo bien que se casara
con la niña María de los Remedios Carmen
Rafaela Feliciana de Escalada (nacida en Buenos Aires el 20 de noviembre de 1797) de apenas 14 años el 12 de noviembre de 1812 en la
Iglesia de la Merced de Buenos Aires.
Segundo, por lo que me he enterado en el siguiente link escrito por Patricia Rodón, se dice:
El matrimonio sería una interminable fuente de infelicidad para la niña Remedios.
Recién casados, San Martín quemó en una gran hoguera
todos los vestidos de seda de la joven esposa, le dejó sólo tres
atuendos sencillos y descoloridos. En 1814, ya como gobernador intendente de Cuyo, San
Martín mandó a llamar a Remedios; ella viajó en compañía de un puñado de amigas y de
su criada Jesusa, una mulata que la había acompañado desde niña. Cuando llegó a
Mendoza con ocho días de retraso a causa de los imprevisibles problemas que en el arduo
camino sufrió la diligencia, San Martín la recibió con una mirada gélida, con
distancia y no ocultó su rechazo debido a los baúles que Remedios había traído
consigo; su bienvenida consistió en brindarle una serie gritos vulgares con los que la
humilló en público. Como la recibió, la abandonó en una casa sencilla, cercana a la
Plaza de Armas y al Cabildo, a la que San Martín raramente volvía: prefería el campo
del Plumerillo, las reuniones secretas de la Logia Lautaro y encuentros nocturnos en los
que política y guerra eran sinónimos. Remedios enfermó de tuberculosis un año después
de llegar a Mendoza y San Martín apenas le prestó atención a las dolencias crecientes
de su mujer; inclusive su embarazo de Merceditas pasó casi desapercibido para el general.
Convivieron sólo cinco años. Cuando Remedios empeoró, en 1819 San Martín la despachó
casi sin despedirse a la casa de sus padres. La condenó una vez más a un penoso y
sofocante trayecto en diligencia junto a Merceditas, de apenas tres años, con un puñado
de soldados como escolta y un carro con un ataúd de madera
detrás por si la tísica moría en el viaje. Todo un detalle. Ya con su familia, la
correspondencia de Remedios con su esposo fue primero esporádica y luego nula.
Las infidelidades fueron numerosas y las mujeres con las que mantuvo amoríos no fueron
pocas. Como era costumbre entonces, el adolescente José debutó sexualmente a los 16
años con una prostituta. Más tarde, en un prostíbulo de Cádiz conoció a Josefa, una
vivaz cuartelera de quien hará una compañera de armas en su vida de joven militar.
Luego, será el turno de Lola, de Badajoz, una mujer mayor que él.
Cuando estaba al mando del Ejército del Norte se hizo evidente la manifiesta intimidad
que San Martín mantuvo con Juana Rosa Gramajo Molina, esposa
del dueño de una de las estancias en las afueras de Tucumán en la que se hospedó; Juana
era bella, atrevida y la mejor amiga de la amante de Manuel Belgrano.
Aunque en Mendoza asumió el papel que hoy sigue representando, el de "un cristiano
que por su edad y sus achaques ya no puede pecar", los biógrafos destacan, puesto
que hay pruebas documentales, las relaciones que San Martín mantuvo
con varias mujeres estando ya casado con Remedios.
Una de ellas fue Jesusa, la mulata que había acompañado a Remedios desde su infancia.
José, atraído por la bella criada y enredado en sus encantos, la sedujo y fue
correspondido; cuando devolvió a Remedios a su familia ordenó, misteriosamente, que
Jesusa no la acompañara sino que se quedara en Mendoza para levantar la casa. La esclava
no se despidió de Remedios, pasó a Chile junto a San Martín, tuvo
un hijo con él e incluso llegó hasta Perú con el Libertador. Allí fue
rechazada y regresada a Mendoza, donde por orden del mismo
San Martín fue vendida en un acto público en 1820 por 160 pesos.
También en Mendoza sostuvo un intenso romance con María Josefa Morales de los Ríos en
el período 1814-1824, una joven mexicana, viuda de Pascual Ruiz Huidobro, héroe de la
Reconquista y hombre de Mayo; la relación fue tan intensa, que el entonces gobernador
intendente no sólo tenía su guardarropa en su casa, sino que ésta se convirtió en la
residencia habitual de San Martín. La dama fue distinguida con las más caballerosas
atenciones del general que la llamaba su amiga. Incluso antes de partir a Perú, le
encargó al administrador de la chacra de Barriales cuidar mucho "a mi señora Doña
María Josefa Morales de los Ríos" y suministrarle lo que ella quisiera "en los
términos que a mi mujer propia":
"Mi querido amigo: pasado mañana salgo para cumplir con los deberes de un
americano que desea la libertad de su patria. Nada tengo que añadir a las prevenciones
que le tengo hechas. Escriba usted a mi mujer
sobre cualquier duda que se le ocurra, y avísele todo lo perteneciente a lo que usted
tiene a su cargo. Vuelvo a encargar a usted me cuide mucho a mi
Señora Doña María Josefa Morales de los Ríos. Suminístrele de la
chacra lo que quiera, en los mismos términos que a mi mujer propia. Escríbame usted al
Perú por Chile todo lo que ocurra. Miles de cosas a Palma, Sosa y demás amigos, sin
olvidarme de Don Francisco Guiñazú. Recoja al negro José y téngalo sujeto en la
chacra. Tenga usted cuidado con Perico y corríjalo. Es y será siempre su mejor amigo.
José de Sn. Martín." (ref)
Al llegar a Perú no pudo resistirse a la encantadora sonrisa de Fermina González
Lobatón, dueña de la estancia azucarera de San Nicolás de Supe, y aunque se dice que tuvo un hijo con ella, no hay pruebas
que lo corroboren. Ya en Lima, declarado Protector de Perú, fue literalmente arrebatado
por la belleza de Rosa Campusano, una audaz joven que había actuado como espía para los
patriotas; el romance duró más de un año y los amantes no lo ocultaron, puesto que Rosa
lo visitaba diariamente y los sábados por la noche asistían juntos a las fiestas que la
ciudad le ofrecía al heroico San Martín. Estos amores, a la vez clandestinos y
públicos, escandalizaron a la alta sociedad peruana, tradicional, tolerante e hipócrita.
Cuando viajó a Guayaquil en busca de Simón Bolívar, San Martín conoció a una bella
viuda llamada Carmen Mirón y Alayón, con quien tuvo un
hijo de nombre Joaquín Miguel de San Martín y Mirón y sus descendientes
llevan este apellido hasta hoy.
Fuentes: Romances turbulentos de la historia argentina, de Daniel Balmaceda.
Buenos Aires, Norma, 2008; Diario íntimo de San Martín, de Rodolfo Terragno.
Buenos Aires, Sudamericana, 2009; San Martín. De soldado del Rey a héroe de la
nación, de Beatriz Bragoni. Buenos Aires, Sudamericana, 2010; Don José. Vida de
San Martín, de José Ignacio García Hamilton. Buenos Aires, Sudamericana, 2000; Nueva
historia del Cruce de los Andes, de Pablo Camogli. Buenos Aires, Aguilar, 2011; Remedios
de Escalada. La dama del destino triste, de Adriana Micale en Mujeres argentinas.
El lado femenino de nuestra historia. Buenos Aires, Alfaguara, 1998; Mujeres
tenían que ser. Historia de nuestras desobedientes, insurrectas, rebeldes y luchadoras.
Desde los orígenes hasta 1930, de Felipe Pigna. Buenos Aires, Planeta. 2012.
La "Marcha de San Lorenzo" (música: Cayetano Alberto Silva y letra:
Carlos Javier Benielli)
Historia
Muchos creen que fue escrita por argentinos, en honor a un combate argentino (el Combate
de San Lorenzo de 1813, primera batalla comandada por el General José de San Martín) y
que su autor debió haber sido reconocido en la historia... Lamentable error.
Su autor, Cayetano Alberto Silva, era uruguayo, nacido el 7 de agosto de 1868 en
Maldonado, hijo de Natalia Silva, una esclava de la familia que le dio el apellido y que
seguramente lo crió sola. Estudió música, y se trasladó a Rosario (Argentina), donde
fue nombrado maestro de la Banda del Regimiento 7 de Infantería.
La partitura musical que conoceríamos como "Marcha de San Lorenzo", fue
compuesta por Silva para dedicársela al Coronel Pablo Ricchieri, Ministro de Guerra de la
Nación en ese entonces. El Ministro agradeció el homenaje pero le pidió que le cambiara
el título por "Combate de San Lorenzo", lugar donde él había nacido y
escenario de la contienda que el General San Martín llevó a cabo en territorio
argentino.
Oficialmente fue estrenada en 1902 sin letra en las cercanías del Histórico Convento de
San Carlos donde se gestó la Batalla de San Lorenzo... Ese día la marcha fue designada
Marcha Oficial del Ejército Argentino. En 1907 su vecino y amigo de Venado Tuerto, Carlos
Javier Benielli, le agregaría la letra que luego sería adaptada para las escuelas.
Años después, acosado por la pobreza, Cayetano Silva vendería los derechos de la marcha
a un editor de Buenos Aires en 50 dólares de esa época, una suma insignificante. La
Marcha se hizo famosa (en Europa se considera una de la cinco mejores Partituras militares
de la Historia) y estuvo presente en momentos históricos fundamentales.
Letra
Febo asoma; ya sus rayos
iluminan el histórico convento;
tras los muros, sordo ruido,
oír se deja de corceles y de acero.
Son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo;
el clarín estridente sonó
y la voz del gran jefe
a la carga ordenó.
Avanza el enemigo
a paso redoblado,
al viento desplegado
su rojo pabellón. al viento desplegado
su rojo pabellón.
Y nuestros granaderos,
aliados de la gloria,
inscriben en la historia
su página mejor. inscriben en la historia
su página mejor.
Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde, haciéndose inmortal;
y allí, salvó su arrojo
la libertad naciente
de medio continente,
¡Honor, honor al gran Cabral!
y allí, salvó su arrojo
la libertad naciente
de medio continente,
¡Honor, honor al gran Cabral!
Se aprovecha el inicio del día,
como quien espera la definición del derecho a la vida.
El sonido de la muete es "sorda", hueca
y fría como metal.
Se muestra la resignación de las huestes
bajo esta característica.
Hasta que una efímera señal aguda y penetrante
acompañada por la persona admirada
ordena la lamentable acción.
Se ve al enemigo éticamente
que avanza profesionalmente y con respeto
en medio de la soledad de la muerte que se avecina
de una manera seguramente sangrienta en medio de la soledad de la muerte que se avecina
de una manera seguramente sangrienta
Se tiene por resignación y ternura a los nuestros
que abrazan una sed sinsentido metafísica
como lo es el honor y su legado
en su mejor forma posible. como lo es el honor y su legado
en su mejor forma posible.
Se realza en esto a Cabral
queriendo mostrar y acentuar esa metafísica
pretendiendo que sea moneda de cambio
y dando perpetuidad a lo que no tiene
queriendo a su vez ejemplificar esta conducta
a la independencia por la que se luchaba
en Sudamérica
Gritando este esfuerzo
queriendo a su vez ejemplificar esta conducta
a la independencia por la que se luchaba
en Sudamérica
Gritando este esfuerzo
Máximas
Extraordinarias y originarias, esto es, pensamientos sin prácticamente precedentes
previos, redactadas por José de San Martín para su hija Mercedes Tomasa en Bruselas,
1825.
1° - Humanizar el carácter y hacerlo sensible
aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca abriendo la ventana
para que saliese: Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado grande para nosotros dos.
2° - Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.
3° - Inspirarle gran Confianza y Amistad pero uniendo el respeto.
4° - Estimular en Mercedes la Caridad con los Pobres.
5° - Respeto sobre la propiedad ajena.
6° - Acostumbrarla a guardar un Secreto.
7° - Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las Religiones.
8° - Dulzura con los Criados, Pobres y Viejos.
9° - Que hable poco y lo preciso.
10° - Acostumbrarla a estar formal en la Mesa.
11° - Amor al Aseo y desprecio al Lujo.
12° - Inspirarle el amor por la Patria y por la Libertad.
El "Himno al Libertador General San Martín"
(música: Arturo Luzzatt y letra: Segundo M. Argarañaz)
Letra
Yerga el Ande su cumbre más alta,
Dé la mar el metal de su voz,
y entre cielos y nieves eternas
se alce el trono del Libertador.
Suenen claras trompetas de gloria
y levanten un himno triunfal,
que la luz de la historia agiganta
la figura del Gran Capitán.
De las tierras del Plata a Mendoza,
de Santiago à la Lima gentil,
fue sembrando en la ruta laureles
a su paso triunfal San Martín.
San Martín, el señor en la guerra,
por secreto designio de Dios,
grande fue cuando el sol lo alumbraba,
y más grande en la puesta del Sol.
¡Padre augusto del pueblo argentino,
héroe magno de la libertad!
A su sombra la Patria se agranda
en virtud, en trabajo y en paz.
¡San Martín! ¡San Martín! Que tu nombre,
honra y prez de los pueblos del Sur,
asegure por siempre los rumbos
de la Patria que alumbra tu luz.
Conclusiones
Conociendo a los hombres, en verdad, nada tengo contra el guaraní-español José
Francisco de San Martín. Simplemente ha sido uno más con algunas virtudes que lo han
destacado, y más que nada si tenemos en cuenta su historia
oculta. Pero, si seguimos con la fábula de la historia paralela, para mí no cierta,
deberíamos reemplazar su reconocido patriotismo por el de alguna otra persona, como las
tantas que ha habido y que seguramente harían emérito y galardón merecido a la dignidad
de un ejemplar prócer de la Patria. ¿Los tengo que nombrar?... Seguro que no, ya todos
los sabemos..
Y, así, tener por "Padre de la Patria" argentina a un medio español,
que se enfrentó a su propia familia política y nación que lo formó, que tuvo hijos que
no reconoció, mandando a vender a una de sus madres, siendo un marido poco y nada
ejemplar, entiendo que me es muy equivocado. En suma,
entiendo que la única manera para aceptar a esta persona como tal, es que se debería
explicar con amplitud su verdadera historia.
Eugenio
24/01/13 al 18/08/14. Actualizaciones: 23/07/15, 10/10/15
Mar del Plata, Argentina