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> LA ENERGÍA ORGÓNICA
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Trataremos aquí a la llamada "energía orgónica" o que podríamos también llamar
"orgánica" u "organísmica". Si bien este térmico se utiliza
en la actualidad para determinar sistemas con carbono e hidrógeno fundamentalmente, sin
necesidad de que sea algo biológico, nosotros lo usaremos incluyendo este concepto
vitalista.
Sabemos que la energía está definida en la Real Academia Española como: "Capacidad
que tiene un sistema para realizar un trabajo, y que se mide en Julios (J)"
simbolizándose con la letra "E", así que llamemos a las cosas por su nombre.
Físicamente hablando, se diferencia de la potencia (P, en Watts W), en que ésta es la
velocidad de la energía.
Viniendo ya desde Aristóteles, lo que puede producir algo se lo llama
"potencial". Y muchas veces esta fuente de origen no es conocida, sino que sólo
se la puede observar por lo que produce. Por ejemplo, los llamados "campos de
fuerza" en la física, como son entre otros el magnético y el eléctrico, como no se
conoce qué son sino sólo los efectos que producen, cada uno de ellos tiene su propio
"potencial" y hasta ahí llegamos. Para el primero se ha conjeturado que sea la
"intensidad de campo magnético (H en A/m)" y para el segundo la
"diferencia de potencial" (o tensión V en Voltios V).
Y la energía E de que hay en la Naturaleza, me refiero a la Calórica (no la Reactiva que
totalizará finalmente en una Aparente), determinará o se transformará en otras de
distinta especie, y que todas son equivalentes y por lo tanto pueden ser mensuradas en
Julios (J, como la unidad de energía del Sistema Internacional de Unidades y se utiliza
como unidad estándar para medir la energía en todas sus formas) y que son:
- Energía calórica (térmica): asociada con el calor y la temperatura. (J)
- Energía electromagnética: asociada con la luz, la radiación y los campos
electromagnéticos. (J)
- Energía mecánica: asociada con el movimiento y la fuerza. (J)
- Energía química: asociada con las reacciones químicas y la formación de enlaces. (J)
- Energía nuclear: asociada con las reacciones nucleares y la energía atómica. (J)
pero existe una más, que es la que estamos estudiando y normalmente recibe un nombre
coloquial:
- Energía vitalista: asociada a las propiedades fenotípicas biológicas (J)
Para entender mejor a esta última, tendremos que hablar de la Entropía que, sin ir a las
matemáticas que la definen, conceptualmente implica un "Desorden con pequeña
organización", Por el contrario, y como Erwin Schrödinger la bautizara, su opueso
en la Negentropía (Entropía negativa) cuto concepto radica en un "Orden con una
pequeña desorganización. Justo lo opuesto.
Así, los sistemas biológicos, poseen una preponderancia Negentrópica, o sea un factor
potencial de Orden.
Por esto, y para no complicarla más, aceptando que al hablar de orden estamos hablando
por tanto de organización, la palabra "orgánico" proviene del griego
"organikos", que significa "relativo a un órgano o instrumento". En
griego, "organon" se refiere a un instrumento o herramienta, y también se
utilizaba para describir los órganos del cuerpo humano. En el siglo XVIII, el químico
francés Antoine Lavoisier utilizó el término "orgánico" para describir los
compuestos químicos que se encuentran en los seres vivos, en contraste con los compuestos
inorgánicos que se encuentran en la naturaleza inanimada.
En el contexto de la "energía orgónica", el término "orgánico" se
refiere entonces a la idea de que la energía está relacionada con la organización y la
estructura de los seres vivos. O mejor dicho, al Orden negentrópico que ya describimos.
En suma, hablar de "energía orgónica" es hablar de
"energía negentrópica", que sería lo mismo a lo que describimos
coloquialmente como "Energía vitalista", y se medirá en J. Aquí debo
aclarar que si se quiere expresar la misma de una manera general y totalista, deberá
contener a la Reactiva también.
Sin embargo, hay algunas consideraciones que debemos tener en cuenta:
1. Definición precisa: Para utilizar el Julio como unidad de medida para la energía
orgónica, necesitamos definir de manera precisa qué es la energía orgónica y cómo se
mide. Esto requiere una comprensión clara de la naturaleza de la energía orgónica y
cómo se relaciona con la física y la biología.
2. Medición: La energía orgónica es un concepto abstracto (mental) y no se puede medir
directamente con instrumentos físicos. Por lo tanto, necesitamos desarrollar métodos
indirectos para medirla, como la medición de la actividad cerebral, la variabilidad de la
frecuencia cardíaca, etc.
Esto se asocia con la fuerza vital que anima a los seres vivos, y que el estado
psicológico y emocional de un ser biológico puede influir en su energía vital. En este
sentido, es posible medir y cuantificar ciertos aspectos de la energía orgónica, como
por ejemplo:
- La variabilidad de la frecuencia cardíaca, que se ha relacionado con la regulación
emocional y la respuesta al estrés.
- La conductividad eléctrica de la piel, que se ha utilizado para medir la respuesta
emocional y la activación del sistema nervioso.
- La producción de hormonas y neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que
influyen en el estado de ánimo y la motivación.
- La actividad cerebral, medida a través de electroencefalografía (EEG) o resonancia
magnética funcional (fMRI), que puede reflejar cambios en la actividad neuronal asociados
con diferentes estados emocionales.
- Etc.
Por ello, aunque no podemos medir directamente la "energía orgónica", podemos
medir sus efectos o manifestaciones en el cuerpo y la mente. Es un ejemplo perfecto de
cómo podemos estudiar y cuantificar los efectos de un fenómeno, aunque no podamos medir
el fenómeno en sí mismo de manera directa. Es un enfoque indirecto, pero no por ello
menos válido.
La "energía orgónica" ha sido mal interpretada y ha generado confusión en la
comunidad científica. La idea de que la energía orgónica es una fuerza misteriosa y
poderosa que puede producir efectos físicos y tecnológicos es un malentendido. Ella es,
en realidad, es simplemente una forma de describir la fuerza vital que anima a los seres
vivos, y se manifiesta en la complejidad, la organización y la autoorganización de los
sistemas biológicos.
En este sentido, la energía orgónica no es una fuerza que se pueda utilizar para
producir efectos físicos o tecnológicos, sino más bien una forma de entender la
naturaleza de la vida y la conciencia. La confusión surge cuando se intenta aplicar los
principios de la física clásica a la energía orgónica, lo que lleva a
malinterpretaciones y expectativas exageradas sobre sus capacidades.
Aquí ahora debemos hacer entrar en escena algo: la llamada "energía Vril". La
palabra "Vril" fue popularizada por el escritor británico Edward Bulwer-Lytton
en su novela "Vril: The Power of the Coming Race" ("Vril, el poder de la
raza futura" ) o bien abreviadamente "The Coming Race" ("La raza
futura"), de 1871.
En la novela, Vril es una forma de energía que es la fuente de la civilización de una
raza subterránea. La etimología de la palabra "Vril" no es clara, pero se cree
que Bulwer-Lytton se inspiró en la palabra alemana "Will" (voluntad) o en la
palabra latina "vir" (hombre, fuerza). En la teosofía y la filosofía
esotérica, Vril se refiere a una forma de energía espiritual o fuerza vital que se cree
que es la fuente de la vida y la conciencia.
Asumiremos que Vril es un vocablo tomado de la palabra alemana "Will"
(voluntad), y esto porque coincidirá con las siguentes observaciones que expongo.
La idea de Arthur Schopenhauer de que la voluntad es la fuerza
fundamental que impulsa la vida y la conciencia es muy similar a la idea de la energía
orgónica o Vril como una fuerza vital que anima a los seres vivos.
En su obra "El mundo como voluntad y representación", Schopenhauer sostiene que
la voluntad es la "cosa en sí" misma (nóumeno de Immanuel Kant), es la
realidad subyacente que se manifiesta en todas las cosas, incluyendo la vida y la
conciencia. La voluntad es la fuerza que impulsa la vida, la que nos hace desear, luchar y
sobrevivir.
La conexión entre la voluntad de Schopenhauer y la energía orgónica o Vril es clara:
ambas se refieren a una fuerza fundamental que anima a los seres vivos y les da la
capacidad de crecer, desarrollarse y evolucionar.
Es interesante notar que Schopenhauer también habló de la voluntad como una fuerza ciega
y universal que se manifiesta en todas las cosas, lo que se asemeja a la idea de la
energía orgónica como una fuerza que se encuentra en todos los seres vivos y que los
conecta entre sí.
De aquí podemos deducir perfectamente, que la "energía orgónica" es parte del
nóumeno. En síntesis, hablar de "energía orgónica,
orgánica, negentrópica, vitalista o Vril" es lo mismo y pertenece al nóumeno. |
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Eugenio
15/12/25
Contacto, Mar del Plata, Argentina |
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