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> LOS CORTES DE LUZ EN LA ARGENTINA DEL AÑO 2013 Para entender el problema, bastarán treinta segundos de su tiempo; esto es, la demora que tarda usted en ir a la caja eléctrica de su casa y mirar... ¿Mirar qué?, pues bien, la característica de la llave termomagnética (o abreviadamente denominada "térmica") que dispone su domicilio. Ésta normalmente especifica 16 A o, en el peor de los casos, 25 A. ¿Y qué significa?, pues bien, significa que el límite de corriente que está protegiendo para un uso continuo es de unos aproximados 10 A (Amperes). Que, multiplicados por los famosos 220 Volts que le llegan determina un consumo admisible de 2200 Watt (2,2 KiloWatt). Si usted supera esto traerá aparejado no sólo inconvenientes a la empresa que le suministra la electricidad sino también a usted mismo, porque los cables de la instalación de su domicilio se recalentarán y perderán eficacia, también sus empalmes, caerá la tensión haciendo peligrar dispositivos, etc. Así entonces las cosas, como en tantas otras, nos siguen mintiendo y muchos otros hablan equivocadamente, erróneamente, sobre temas que no conocen. Ya desde el cambio en la implementación del uso de la iluminación eléctrica con el reemplazo de las lámparas incandescentes por las denominadas de "bajo consumo", o bien de "alto rendimiento", la cosa está mal parada; ya sean éstas de tubos de gas fluorescente o bien con incandescencia y gas inerte-halógeno. ¿Y porqué?... Sencillo, por dos cosas a falta de una. La primera, es porque el uso excesivo de éstas a tubo como los fluorescentes, cambian el denominado "factor de portencia" (o "coseno fi") y empeoran la red de distribución eléctrica que debe proveer cables con mayor sección; o, dicho de otra manera, que deberá disminuirse el consumo domiciliario para el mismo tendido de cables. Factor muy importante en nuestros días y que favorece a los problemas de actualidad como se comprenderá fácilmente. El segundo motivo es que estas luminarias son tan caras y se rompen bastante a menudo, lo que determina un coste para el usuario de igual o mayor que con las del tipo viejo incandescente. Es una mentira de que favorece al usuario; no es cierto. Basta con que se deteriore una sola de ellas y se tenga que reemplazar para que se vea claramente el engaño: que el importe de luz ahorrado va a perderse y quedar por ridículo completo. Ahora vayamos al punto que más nos interesa: al denominado "cuadro tarifario". Se deberá saber, cosa que no lo aclaran las empresas de electricidad, que el aumento de consumo eléctrico no es linealmente proporcional al coste, sino que es casi exponencial. Pasado un límite, la factuación se agranda enormemente y, si más se consume todavía, esto se irá por encima de las nubes. Puede consultar este efecto en su empresa proveedora de energía. Ahora bien, cosa que nadie lo dice y que no está descipto en ningún medio al alcance del ciudadano común, pero sí lo saben aquellos que han estudiado la disciplina eléctrica, que el consumo domiciliario estará limitado por ley, forzosamente, sujeto al cuadro tarifario predicho. Basta observar la llave termomagnética de entrada al domicilio que es de 16 o 25 Amperes (o sea que son para unos 10 Amperes efectivos) como máximo. Esto se lo está explicando solito. Por ejemplo, se dijo precedentemente que para viviendas domésticas clásicas, se prevee un consumo no mayor de los aproximados 2,2 KiloWatt; esto es, unos aproximados 10 Amperes de circulación como máximo. Superar esto no solamente determina una infracción, sino que, como el cuadro tarifario según se dijo crece exponencialmente y favorece enormememtne a la empresa distribuidora, la misma calla y permite este descontrol por fines meramente de ganancia económica. Todo esto último trae aparejado, claro estará, que los usuarios al no saber del tema, compran y hacen uso de artefactos de alto consumo (aires acondicionados, calefactores, hornos, bombas, etc.) que superan al límite y rompen muchas veces las protecciones (fusibles) de las estaciones transformadoras dejando a barrios sin servicio. Es lo que está pasando. Por supuesto que se es consciente que este consumo es pobre para los recursos y prestaciones que disponemos con los utilitarios de hoy en día, pero es que justamente ése es el problema. Habría que reorganizar el tema; las normativas y reglamentaciones vigentes de las instalaciones domiciliares son obsoletas. Bastaría pedirle a un instalador eléctrico que cambie la termomagnética de entrada a nuestra casa por una de 45 Amperes para ver en su rostro un inmediato gesto de desaprobación. Por consiguiente se propone como solución alternativa el limitar los consumos domiciliarios a la demanda permisible que la empresa distribuidora es capaz de suministrar. Si no se hace esto con una racionalidad de responsabilidad privada deberá hacerse forzosamente con medidores controlados que inhabiliten la entrega pasando el consumo límite. A veces las cosas no son lo que parece... Eugenio 19/12/13 al 27/12/13, Mar del Plata, Argentina |